Los Cangilones: balneario natural

Panamá es un paraíso tropical, y como tal encontraremos a lo largo de su geografía una cantidad innumerable de ríos.   En la Provincia de Chiriquí, hay un balneario espectacular: Los Cangilones de Gualaca.  Es un lugar único, de los mejores que podremos encontrar en el país.

Es un lugar muy visitado, durante todo el año, gracias a la facilidad para llegar hasta allí, lo grandioso de su paisaje, y lo refrescante de su entorno.   El mayor atractivo es la formación rocosa que se abre paso a una corriente de agua muy clara, a través de este estrecho canal pasa el Río Estí que al final forma una gran piscina natural.

Llegar aquí, tirarse al sol, y luego abandonarse a la corriente de agua fría es una delicia.  El lugar puede ser tan silencioso como bullicioso, dependerá de la cantidad de visitantes del día.  Ahh y debe ir preparado, no hay ninguna facilidad para el visitante.  Es completamente natural, sin edificaciones para resguardarse del sol, salvo los árboles que con su sombra permiten que el lugar se mantenga muy fresco siempre.

También hay espacio suficiente para que haga una barbacoa sin molestar a nadie.

Para llegar a Gualaca desde Ciudad de Panamá tome Carretera Interamericana hasta llegar a Chiriquí (426 km), donde hay que desviarse a la derecha para continuar por la carratera en dirección a Bocas. Una vez en la carretera Transístmica Chiriquí-Bocas sigues siempre derechito hasta llegar a Gualaca (446 km), se gira a la izquierda, justo después de pasar el estadio Bracy Randolph. Sigues un kilómetro más por la carretera asfaltada y aquí se encuentra pequeño estacionamiento donde puedes dejar el carro. Falta bajar unas escaleras de concreto cual permiten descender al gran manto rocoso que contiene las aguas cristalinas del río Estí. Si quieres ir en bus es mejor ir hasta David. Desde David salen varios autobuses hacia Gualaca. Pregunte al conductor del autobús sobre el Cangilones y el te deja bajar en la intersección correcta. Desde ahí debes caminar aproximadamente un kilómetro. No hay perdedero, usted solo siga a los que parecen bañistas, le aseguro que sentirá que llegó al paraíso.

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